miércoles, 18 de mayo de 2011

Muerte de Jesús

Durante el desarrollo de la última cena, predijo ante sus seguidores que habría de ser traicionado por uno ellos. Poco después, tras la traición del apóstol Judas Iscariote, Jesús fue capturado por los guardias del sumo sacerdote mientras rezaba en el Monte de los Olivos. El consejo religioso judío (sanedrín) le declaró culpable de reniego, ante la afirmación de Cristo de que él era el mesías. Se le condenó a la pena de muerte, pero el sanedrín no podía aplicar dicha pena sin el consentimiento de las autoridades romanas. Fue así que el gobernador romano, Poncio Pilatos, accedió a cumplir la pena que determinaron las autoridades judías. Jesús fue torturado y poco después se le acecinó a través de la crucifixión. La cruz, instrumento de suplicio usual en la época, se convirtió después en símbolo básico de la religión cristiana.
Los Evangelios cuentan que Jesucristo resucitó a los tres días de su muerte y ascendió a los cielos. Judas se suicidó, arrepentido de su traición, mientras los apóstoles restantes se esparcían por el mundo mediterráneo para seguir con la predicación. Uno de ellos, Pedro, quedó al frente de la Iglesia o comunidad de los creyentes cristianos, por decisión del propio Jesucristo. Pronto se incorporarían a la predicación, nuevos seguidores, entre los que destacó Pablo de Tarso, que impulsó la difusión de la nueva religión, el cristianismo, más allá de las fronteras del pueblo judío.
Posteriormente se desarrolló el cristianismo como una nueva religión, que tuvo un comienzo de persecuciones y ocultamiento. Pero sólo algunos siglos después llegó a ser la religión oficial del Imperio Romano, alcanzando su mayor poderío al dominar la espiritualidad de la Europa Medieval y luego del “Nuevo Continente” tras el Descubrimiento de América.

sábado, 14 de mayo de 2011

Milagros de Jesús

Durante su vida pública Jesús realizó numerosos milagros que son contados en los evangelio de la Biblia. Algunos de éstos son:
  • Sanó a un paralítico en Cafarnaúm que le fue presentado en una camilla y al que había perdonado sus pecados, ordenándole que se levantara y se fuera a su casa (Mc 2, 1-12; Mt 9,1-8; Lc 5,17-26).
  • Sanó a un ciego en Betsaida poniéndole saliva en los ojos e imponiéndole las manos (Mc 8,22-26).
  • Sanó a diez leprosos, que encontró de camino a Jerusalén, mediante la palabra (Lc 17,11-1).
  • Sanó a un sordomudo en la Decápolis metiéndole los dedos en los oídos, escupiendo, tocándole la lengua y diciendo: "Effatá", que significa "ábrete" (Mc 7,31-37).
  • Sanó a un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo, en Jerusalén (Jn 5,1-9).
  • Resucitó una niña de doce años, la hija de Jairo (Mc 5,21-24, Mt 9,18-26, Lc 8,40-56).
  • Resucitó a Lazaro (Jn 11,1-44).
  • Convirtió el agua en vino, en las bodas de Caná (Jn 2,1-11).
  • Caminó sobre las aguas (Mt 14,22-33; Mc 6,45-52; Jn 6,16-21).
    

martes, 10 de mayo de 2011

Juventud y hechos relevantes:


A partir de los teinta años Jesús comienza lo que va a ser su vida pública. Dedicó su juventud a predicar sus creencias, recorriendo así numerosos lugares en Palestina y llegó a Jerusalén pocos días antes de su muerte. Con el pasar del tiempo su popularidad crecía al igual que sus seguidores, de los cuales solo 12 conformaban su núcleo más cercano y son los que conocemos como los doce apóstoles (Simón, Andrés, Santiago el de Zabedeo, Juan, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el de Zelote y Judas).
Hacia los treinta años inició Jesucristo su breve actividad pública incorporándose a las predicaciones de su primo, Juan el Bautista. Tras escuchar sus sermones, Jesús se hizo bautizar en el río Jordán. Poco después Juan fue detenido y ejecutado por Herodes, lanzándose Jesucristo a continuar su predicación. Tiempo después el Espíritu condujo a Jesús a al desierto, donde ayunó durante cuarenta días y superó las tentaciones a las que fue sometido por el Demonio.
Se dirigió principalmente a las masas populares, predicando una revisión de la religión judía basada en el amor al prójimo, el desprendimiento de los bienes materiales, el perdón y la esperanza de vida eterna. Su enseñanza era sencilla y poética, llena de parábolas y anunciando un futuro de salvación para los humildes. Su popularidad se acrecentó debido a las noticias que corrieron sobre los milagros que le atribuía a sus seguidores, éstos fueron considerados como prueba de los poderes sobrenaturales de Jesucristo. Esta popularidad, unida a sus acusaciones directas contra la hipocresía moral de los fariseos, acabó por preocupar a los poderosos del momento.
Jesús fue denunciado ante el gobernador romano, Poncio Pilatos, por haberse proclamado públicamente Mesías y rey de los judíos lo que reflejaba un conflicto de la nueva fe con las estructuras religiosas tradicionales del judaísmo. La proclamación de Jesús como rey era metafórico, refiriéndose al Reino de Dios; no se cuestionaba de ninguna manera los poderes políticos.
Consciente de que su final se acercaba, en la víspera de la pascua judía, Jesús se reunió con sus apóstoles en la conocida “última cena”.

Nacimiento

Según los evangelios el nacimiento de Jesús es anunciado propiamente por el ángel Gabriel a María, quien le dice que lleva dentro de ella al hijo del Señor y le pondrá por nombre Jesús.
 Aunque la civilización cristiana ha impuesto la cuenta de los años a partir del supuesto momento de su nacimiento (con el que daría comienzo el año primero de nuestra era), se sabe que en realidad nació un poco antes, pues fue en tiempos del rey Herodes, que murió en el año 4 a.C.
El relato del evangelio coloca el nacimiento de Jesús rodeado de una serie de prodigios que forman parte de la fe cristiana, como la genealogía que le hace descender del rey David, la virginidad de María, la anunciación del acontecimiento por un ángel y la adoración del recién nacido por los pastores y por unos astrónomos de Oriente. Sus siguientes años de infancia transcurrieron sin mayor relevancia en Nazaret donde su padre trabajaba de carpintero. A estos, sus primeros años de vida, se conocen como la vida oculta de Jesús pues no hay información concreta sobre lo que vivió en esos tiempos.